2.23.2013

Cap. 5 Carla. "Sueños".




Qué día más raro el que llevo.
Había llegado a casa y entrado directamente a mi habitación. Quería olvidar lo que había sucedido con mi padre por la mañana.
Me tumbé en la cama, mi padre no estaba en casa, seguro que estaba en la farmacia.
Llegaría para comer o quizás ni eso. No me importaba.
Preparé algo, comí con parsimonia y me volví a tumbar. Pensé en Alex.
Demasiado ¿raro? ¿Qué pretendía? Sin querer  me quedé dormida.


De repente me encuentro en un bosque lúgubre y frío. Es de noche, hay un cuervo mirándome. Me dispongo a caminar y me duele hacerlo ya que estoy descalza. Llevo puesto un vestido blanco roto por el roce de las ramas… A lo lejos veo una luz y algo me dice que la siga. Llego hasta ella a pesar de lo doloroso de pisar piedras, voy corriendo, esquivando ramas y juego con esa luz que me rodea, no entiendo nada pero parece divertido, río y se aleja. De un segundo a otro me veo acorralada, perdida. Tirada en el suelo y sin vida.  

Despierto empapada en sudor y asustada. Me incorporo con torpeza y de golpe, sufro un leve mareo pero nada más. Me lavo la cara con agua fría para despejarme miro el reloj, había dormido 20 minutos.

-Lo que me faltaba, soñar con eso… Si es que mi subconsciente me adora.- Pienso irónicamente.
Me acomodo en mi escritorio y hago los deberes. Algo por lo que destaco es por sacar buenas notas y si quiero ir a una buena universidad, tener una profesión decente y todo lo demás tengo que seguir así, tengo que salir de aquí. Lo que tenía pensado era en conseguir una beca en el extranjero, lo importante era estar lejos, muy lejos.

Después de hacer los deberes, merendé y escuché música. Entré a internet vi las noticias recientes, envié algún que otro trabajo por e-mail y todo lo que conllevaba mi rutina, salvo que esta vez entré a una página de sueños. ¿Absurdo? No, es sólo que me pudo la curiosidad.

-Por lo visto soñar que mueres significa un nuevo comienzo- Hablo para mí misma. Por lo menos no es algo malo como pensaba. ¿Tendrá algo que ver con haber conocido a Alex? 
El resto de la tarde pasó tranquila, repasé apuntes, hice algo de zapping en la tele y dormí sin soñar nada hasta el día siguiente. 

Cap. 4 Alex


-Después del instituto acompañé a Carla hasta la plaza. Parezco un acosador… lo sé, pero tan solo quiero que ella tenga algo de compañía. La vi muy mal y no parece tener a nadie más que a Luna y casi ni eso. ¿Por qué hago esto?
-Eso amigo mío es ¡amor a primera vista!

-¡Qué dices hombre!
-Que sí Alex, eso no te pasaba desde que estuviste con Marie. Reconócelo.
-Puede que tengas razón pero no creo que sea eso.
-Piensa lo que quieras, en el fondo sabes que tengo razón.
-No la tienes, no puedo enamorarme otra vez de la misma forma. Con Marie no salió nada bien.
-Eso pasó hace 2 años Alex. Además no fue tu culpa.
-Me engañó con otro mientras yo estaba con mis padres en Nueva York visitando a la abuela.
-No fue culpa tuya.
-No la he perdonado aún.
-Pero esto no será lo mismo, Carla no parece ser de esas chicas.
-No, no parece ser como las otras… Jonan, no estoy enamorado de ella.
-Ya veremos Alex, ya veremos…

Esa fue la conversación que tuve con Jonan un amigo que hice en Londres. Hablamos por chat de un montón de cosas, no sabía cómo había llegado a tocar ese tema. Lo de Marie ya no me afecta, ella sabrá por qué lo habrá hizo, aunque no puedo negar que me rompió el corazón cuando me enteré por boca de otros mientras ella callaba.
No puedo estar enamorado de Carla. No tan pronto y sin conocerla. Es verdad que es guapísima pero también es borde.
¡Maldita sea! No puedo hacerme esto y tampoco puedo hacérselo a ella, parece que sufre mucho.
I want to reconcile the violence in your heart…”
Uno no se puede enamorar solo con mirar a una persona a los ojos… ¿o sí? ¡Todo es tan confuso! Siento que la quiero conmigo, sólo para mí... Pero todo esto es demasiado precipitado. Quizás es sólo una alucinación o simplemente me atrae físicamente y será temporal…  Dejaré que el tiempo decida pero creo que cada segundo que pase con ella me gustará más, esa mirada tan profunda que me llama y enciende algo en el fondo de mi corazón.

9.07.2011

Cap. 3 - Carla


Alex es un plasta, en serio, pero al final he aceptado a ser su “guía personal”, estará contento.
Me ha invitado a un café. He empezado a notar las miradas de la gente. No me gusta nada ser observada. Todo el mundo le mira, bueno, nos mira. A él por ser el “nuevo guaperas” del instituto y a mí por ser la impopular que quiere arrastrarlo consigo.  ¡Por el amor de Dios!
Le enseñaré el instituto y luego espero que me deje en paz y que uno de los “suyos” lo reclame.
Ahora parece estar en las nubes, está callado y simplemente me mira. ¿Tendré algo en la cara?
Me siento más incómoda aún, también algo tonta porque solo miro a mi café y al suelo.
-Hola, encantada de conocerte.- Había llegado Carol, cómo no, seguro que venía para llevárselo. Le ha dado dos besos y le ha puesto el escote en las narices. Qué provocativa es siempre… ¿No puede comportarse por una vez en su vida?
Alex le ha saludado pero no le presta demasiada atención, lo mejor será dejar que hagan buenas migas.
-Alex, me voy, ya te hará Carol de guía por el instituto.-
-¡huy! ¡Sí! Será genial, ¡te enseñaré a todo el mundo!- Responde Carol y me limito a sonreírla falsamente.
Bien, así estará con su gente.  Me dispongo a coger mi mochila y a ponerme en pie cuando siento una mano aferrando mi muñeca. Levando la cabeza para ver quien me retiene y es nada más y nada menos que Alex.
-Carla, no me hagas esto. – Su mirada era suplicante pero ¿Por qué?- Carol, no te ofendas pero me gustaría que Carla fuese mi guía. – Sonrió.
Carol se limitó a fulminarle con la mirada y darnos la espalda. No volverá. Solo da una oportunidad a los nuevos.
-Alex, ¡suéltame! – Liberé mi muñeca de forma brusca. – No entiendo lo que estás haciendo ¡¿Es que estas mal de la cabeza?!
-Puede ser, pero qué mal hago estando contigo y no con Carol. A decir verdad creo que he hecho una buena elección. Carol no me da buena espina.
-¡Arg! Es la más popular, la más guapa, etc… ¿No es lo que un chico como tú busca?- ¿Una arpía que esté buena? Pienso pero por una vez me muerdo la lengua.
-¿Un chico como yo? No me conoces en absoluto y que sepas que debería sentirme ofendido pero no me importa, ¿vamos a ver las instalaciones del instituto?

En la biblioteca nos encontramos con Luna, la única amiga que tenía. Le presenté a Alex y luego salimos de allí. A Luna la conozco desde que soy pequeña, tenía una hermana gemela, Estrella, que murió en un viaje que hicieron sus padres a Noruega. Luna lo ha superado a medias, como yo la muerte de mi madre. Las dos murieron el mismo año y el mismo mes, solo que mi madre murió antes y Estrella diez días después. ¿Casualidad?
No llevamos una amistad tan estrecha como cuando éramos crías pero algo es algo, nos tenemos la una a la otra para cualquier cosa que pueda surgir.
Es increíble los vuelcos que da la vida las cuatro éramos inseparables, sí, he dicho bien, las cuatro: Luna, Estrella, Carol y yo. Cuando Estrella murió teníamos tan solo 8 años, Carol estuvo durante la primaria con nosotras, pero fue empezar el instituto se olvidó por completo de nosotras, hizo como si no nos conociese, nosotras no le culpamos de nada, pero al principio la extrañamos. Ahora vemos en lo que se ha convertido y sinceramente nos repugna. Es una niña malcriada que se cree lo mejor. Es una falsa, no es la Carol de antes en absoluto.
Lo único que queda de esa amistad es un colgante que aún llevamos Luna, Estrella en su tumba y yo. Nos lo regalo a las cuatro mi madre cuando aún vivía.

-Carla, ¿Hola? Parece que te has perdido en el limbo.
-¿Parece?- Cuando estoy sola lo hago constantemente, tengo que prestar más atención.
-Sí, es hora de ir a clase.




8.12.2011

Cap 2 Alex



Iba subiendo las escaleras siguiendo al director que hablaba sin parar, era un hombre fortachón bastante simpático pero yo no estaba muy interesado en lo que decía, solo pensaba en Carla, fue extraño lo que pasó en la plaza… Fue como sentir lo que ella sentía, no sé ni cómo explicarlo, podría considerarlo "un torbellino de emociones"... Sólo me viene a la cabeza el estribillo de la canción que escuchaba en el Ipod en ese momento:

I want to reconcile                                   Quiero reconciliar
the violence in your heart.                         la violencia en tu corazón.
I want recognise                                      Quiero reconocer
your beauty not just a mask.                     que tu belleza no es solo una máscara.
I want exorcise                                        Quiero exorcizar
the demons from your past.                       los demonios de tu pasado.
I want to satisfy                                      Quiero satisfacer
the undisclosed desires                             los deseos ocultos
in your heart…                                        
en tu corazón…


El director se limitó a explicarme algunas normas del instituto, me dijo cuál era mi clase y me dio la llave de mi taquilla. Después  me fui  tarareando la canción con un papel en la mano que me había dado el director previamente como “excusa” por llegar tarde a clase.
Toqué la puerta y entré algo nervioso. Como era de esperar todos me miraron. Me sentí algo cohibido pero me acerqué al profesor con determinación y le entregué el papel.
-De acuerdo. Clase, este es Alex. Un alumno nuevo que se incorpora hoy a nuestro instituto. Dejad los comentarios y las presentaciones para el final. Alex, siéntate donde quieras.- Era una clase algo amplia. Di un rodeo con la mirada y la encontré sentada en un rincón sin mirarme, parecía concentrada en nada. Me fui directo al pupitre que estaba a su lado y fue cuando se percató de mi presencia. Me fulminó con la mirada. Parecía una costumbre normal en ella. Me limité a sonreírla.
Saqué mis apuntes. Presté atención a la clase de inglés tan solo un instante. No me hacían falta clases, el inglés era como mi lengua materna. Así que como pasatiempo me puse a molestar a Carla. No suelo ser de esas personas que se pasan notitas en clase pero pensé que sería interesante molestarla un poco. 

-¡HOLA DE NUEVO!
¿ESTAS MEJOR?
-¿POR QUÉ TE HAS SENTADO A MI LADO?
-PORQUE ERES LA ÚNICA PERSONA QUE
CONOZCO AQUÍ ¿RECUERDAS?
-NO TENDRÍAS QUE HABERLO HECHO…
-¿POR QUÉ NO?
-YA LO VERÁS.
-¿INTENTAS ASUSTARME?

No obtuve respuesta. La mañana transcurrió aburridísima. Cuando llegó el recreo Carla fue la última en salir y ni si quiera me miró cuando atravesaba la puerta de clase.
No entiendo qué es lo que pasa con ella ni conmigo…
Me dispuse a seguirla. Se metió al servicio de las chicas y me quedé haciendo guardia en la puerta. Ignoré las miradas que me echaba la gente.
Carla no tardó en salir y cuando me vio puso los ojos en blanco. Llevaba su mochila en los hombros y se había soltado el pelo.
-Alex, esto no es un juego.
-¡Carla no te entiendo! – Respondí. –Tan solo quiero que seamos amigos.
-¿Quieres amigos? Vete con los populares.
No esperaba esa contestación en absoluto. Carla tenía pinta de ser la más popular del instituto, parecía ser una chica que traía locos a todos los chicos… No me lo puedo creer… aquí algo va mal…
-No me interesan. ¿Te apetece tomar un café? Te invito.
-No me interesa.
-Vamos Carla, necesito a alguien que me enseñe las instalaciones del instituto.- Sonreí.
Eso era mentira. Había visitado el instituto al día siguiente de llegar pero eso ahora no importa, tan solo quiero conocerla más… Es un sentimiento que me corroe por dentro…  Como me diga que no, abandonaré. No puedo insistir tanto.
Pareció pensárselo mucho durante una eternidad de tiempo pero finalmente accedió.

6.28.2011

Cap. 1 - Carla

Una mañana gris de invierno, llueve. Voy al colegio sin paraguas, no me dio tiempo a cogerlo con las prisas. Aún respiro agitadamente. Hace mucho frío, menos mal que cogí el abrigo. Se me saltan las lágrimas al recordar lo ocurrido, por dios, estoy llorando angustiada por lo que me ha pasado, quiero olvidarlo; mi padre casi me pone la mano encima.
Me he tumbado en un banco de la plaza, ya me da igual mojarme. Las suaves y cristalinas gotas de la lluvia se confunden con mis lágrimas, nadie al verme pensaría que estoy llorando, simplemente me tomarían por una vagabunda o una borracha. ¿Borracha un lunes por la mañana? ¿Por qué no?
Tras unos minutos intentando olvidar lo que había sucedido en mi casa hace 15 minutos siento que ya no caen gotas en mi cara, supongo que ha dejado de llover. Me incorporo, abro los ojos y doy un respingo, hay un chico a mi lado, no me había percatado de su presencia, estoy tan ensimismada, tan afectada...
Le miro con cara de pocos amigos y me dispongo a ponerme en pie.
Él ni se inmuta, es más, me sonríe. ¿A éste, qué bicho le ha picado?
-Hola, ¿Estás bien?
¿Pero tú me has visto bien o es que estas ciego? - Pienso sin siquiera mirarle, estoy cansada de la gente cotilla, aunque este parece preocupado de verdad. Qué más da. Le lanzo una mirada dándole a entender que me deje en paz, que no tengo ganas de hablar con nadie y menos con desconocidos. 
-Tranquila, no quería molestarte. Me llamo Alex. - Dice sin abandonar su sonrisa. Es bastante alto y sus ojos me indican que no corro peligro, es más, me trasladan a un lugar desconocido donde no hay rencor, no hay dolor. Consigue que olvide el sufrimiento. ¿Cómo es posible? - ¿Y tú? ¿Cómo te llamas? - Tardo unos segundos en contestar. Por fin vuelvo a la realidad.
-Carla, me llamo Carla. - Estoy algo confusa, lo que acaba de suceder no es normal, cuanto antes me aleje del chico mejor. - Y ahora tengo que irme. Llego tarde al instituto - Miento, aún quedan otros 15 minutos para que empiecen las clases, y tardo tan solo 5 o como mucho 10 minutos en llegar a la puerta.
-Encantado de conocerte Carla.- Suelta el Alex. Estoy ya a unos siete metros de distancia. Él se ha quedado un momento parado en su sitio, creo que asimilando lo que ha pasado, igual que lo hago yo.
La lluvia aún no ha cesado, seguro que empaparé la clase con mi presencia, pero sinceramente me da igual, no me importa tampoco coger un resfriado.
En el cambio de clase iré a mi taquilla y me cambiaré de ropa. No pasa nada, todo controlado.
-Carla, espera- ¿Pero qué...?- Creo que vamos al mismo instituto. - Sonrió. Espero que sea eso. Pienso. Porque como seas un acosador no dudaré en utilizar la violencia.- Vaya, qué casualidad, ¿a qué clase vas?
-A 4 “B” - Respondo secamente. Me ha vuelto a cubrir con su paraguas.
-Carla, espero no ser un pesado, pero quería saber si te  encuentras bien.
Otra vez la misma pregunta. Lo cierto es que ahora estoy algo mejor que antes.
-No te importa- Intento que mi tono de voz suene firme y frío.
Pareció no importarle, estaba realmente preocupado. No me había dado cuenta pero había estado andando rápido y ya habíamos llegado a la puerta del instituto.
Él no dijo nada más, se dedicó a caminar a mi lado sin incordiar. Dándome apoyo moral. Subíamos las escaleras en dirección a mi clase cuando se puso en medio el director.
-Hombre, Alex, le estaba esperando. Acompáñeme, por favor.-
-Claro. Carla, te veo luego.- Me guiñó un ojo amistosamente y se fue.
Por fin sola. Subí parsimoniosamente. Estaba chorreando. Miré mi reloj quedaban tan solo siete minutos. Me daba tiempo a cambiarme. 
Subí las escaleras un poco más deprisa y abrí mi taquilla. Ahí estaba mi bolso, dentro mi ropa para cambiarme después de hacer deporte y una toalla. Me sequé todo lo deprisa que pude y me cambié de ropa. Dejé la ropa mojada dentro del bolso y corrí a clase. Llegué a tiempo. Me quedé plantada una milésima de segundo mirando al extremo derecho de la clase. Como siempre el grupito de Carol estaba ahí, mirando a todo el mundo con aires de superioridad. No la soportaba. Era estúpida y se creía que tenía al mundo en sus manos. Me senté en mi sitio. No puedo decir que más tranquila pero ya no pensaba tanto en lo que había ocurrido con mi padre, ahora simplemente encerré la cabeza entre mis brazos y traté de no pensar demasiado. Las críticas no tardaron en llegar. Siempre igual, haciéndome la vida imposible. ¡Con lo difícil que era ya!
-¡Qué pálida está!- Oí decir a una
-Cuando llegó estaba empapadísima...- Murmuró otra.
-Vaya greñas que lleva, la pinta que trae es horrible.- Dijo Carol.
Perdona por no ir a la moda como tú- Pensé. Seguro que tramarían algo para el recreo. Me da igual. Intenté contener las lágrimas una vez más. ¡Joder!
No me iba bien en casa, no me iba bien en el instituto. ¡Asco de vida!
Evoqué el recuerdo de todo lo que había pasado desde las 7:00 de la mañana, cuando me había levantado para vestirme y desayunar.- Sí, soy una de esas pocas personas a las que les gusta madrugar.- Después me puse a ver el tiempo en la televisión, sonó el teléfono de mi padre, la discusión, mi "huida" hacía el instituto, conocer a Alex… Alex... su primer día de clase y ya metido en líos. O será que el director le quiere dar una buena bienvenida. Qué majo. Pienso irónicamente.